Cómo llevarse bien con la suegra
Algunas suegras son dulces, pero no todas. Hornean galletas y de apoyan en todas tus decisiones. O simplemente están contentas de que seas una parte de su vida y que dejarán que te acostumbres a eso. Otras son más amargadas. Constantemente hablan mal acerca de ti y minimizan tus decisiones. Ésto puede llegar a ser una fuente terrible de frustración para tu cónyuge, ya que siempre quedará en el medio. Si en verdad amas a tu pareja, trata y haz todo lo que esté a tu alcance para llevarte bien con su madre. No es una mujer que puedas simplemente ignorar y esperar que el problema desaparezca o que ella cambia mágicamente y sea una buena persona. Es una situación en la que debes tratar y obligarte a perdonarla por ser tan molesta y obligarte a intentar comunicarte y trabajar para tener una relación decente con ella. Si tu suegra es más un monstruo que una princesa de cuentos, entonces ¡esta guía es para ti!
Pasos
No la critiques en frente de tu cónyuge. Tu pareja quedará en medio de una situación complicada. Incluso si se pone de tu lado, sería doloroso tener que entrar en ese tipo de discusiones.
Siempre habla bien acerca de ella con tu cónyuge. Si habla sobre algo que ella hará o algo que hizo, debes tener siempre algo amable para decir. Trata de elogiarla cada vez que la veas, utilizando frases como «te veas estupenda hoy» o «tu cabello se ve lindo hoy», sin importar si ella es un desastre o una horrible suegra. De esta forma tu pareja sentirá que realmente haces un esfuerzo para tener una buena relación con su madre.
No dejes que ella te vea de mal humor. Si estás molesto o enojado con algo, no dejes que ella lo note fácilmente. Puede que ella trate de usarlo contra ti, hablando de eso con otros miembros de la familia o incluso con tu pareja, para tratar de hacerte ver mal debido a las cosas que dijiste en un momento de ira. Siempre trata de mostrar una linda sonrisa y hablar amablemente con ella.
Igualmente, nunca critiques a tu cónyuge frente a ella. Ésto simplemente la hará ponerse a la defensiva y verte de mala manera.
Hazle halagos al contarle sobre un elogio que recibió de alguien más que tú conoces (por ejemplo, «tu suegra es genial»).
La próxima vez que estés en su casa, trata de pasar algunos momentos con ella en la cocina o cerca de ella, para hablar. Si la conversación no camina bien, siempre podrás levantarte al baño y volver a sentarte en otra silla.
Pídele que haga cosas por ti, si crees que ella no lo tomará como una orden. Pídele que haga la comida (si eres valiente). Pídele que revise tu reporte antes de enviarlo. Pídele su opinión profesional sobre algo en lo que esté calificada en su campo particular. Pídele que pode tus rosas. Pídele lo que sea que pienses que ella es experta y disfrutará ayudándote o dándote un consejo.
Si tu suegra critica tu apariencia o tu peso, o los de tus hijos, no lo dejes pasar. Es demasiado personal e invasivo. Por ejemplo, podrías responder: «Aprecio tu preocupación por mi peso pero tengo un peso saludable y estoy comiendo bien. Mi doctor está contento con mi salud». O «Entiendo que te preocupes por el peso y la apariencia de Kaila pero prefiero concentrarme en el desarrollo de la personalidad y el intelecto de mis hijos en lugar de hacerlos sentir inseguros sobre tu apariencia física. Kaila está comiendo saludablemente y su doctor está contento con su salud».
Responder de manera directa y hablar sobre las quejas de tu suegra la desarmará al extremo pero también le hará saber que te defenderás a ti misma y tu familia cuando creas que alguien cruza una línea.
Discute con tranquilidad. Pregúntale a tu cónyuge cómo se siente con el comportamiento de su madre (presenta los hechos, no tu percepción). Si ambos comparten opiniones, puede que te permita hablar con más honestidad.
Si es lo suficiente bueno para ti, es lo suficientemente bueno para tu cónyuge. No te descontroles si tu pareja odia a tu propia madre con mucha pasión. Recuerda, sólo estás buscando por qué, ya que obviamente han hecho un buen trabajo para ocultártelo. Así que espera que sigan ocultándolo cerca de la familia.
No te sorprendas si tu pareja se rehúsa a «tomar un bando». Ama a las dos partes de igual manera, así que tomar un bando puede ser mezquino y sin sentido en todo caso.
Consejos
Acepta que ella siempre te verá con una luz diferente a la de su hijo o hija. Si hay algún problema que debe resolverse o algo que hablar para corregir el comportamiento de tu suegra, deja que tu pareja lo discuta con ella. Algunas suegras tienen una manera de darlo vuelta hacia ti como el enemigo público número uno.
Recuerda, es probable que no sea nada personal contra ti. Tu suegra puede que nunca piense que alguna persona es lo suficientemente buena para su hijo o hija. Esa es su barrera psicológica, no la tuya. Usualmente no eres el problema directo.
Deja que tu cónyuge y tu suegra pasen tiempo entre sí de manera casual, sin que estés presente. Habla de antemano con tu pareja y hazle sentir que siempre la amará, pero que al casarse necesitan más espacio para ser marido y mujer.
Si ella te llama y no contestas el teléfono, regrésale la llamada. Todos saben que todos tienen identificador de llamadas. Ella sabe que eventualmente verás su nombre o su número en tu teléfono. No hay nada peor que jugar a ser pasivo-agresivo. Ella puede darse cuenta de eso. Ignorarla no te ayudará en tu relación con ella. Regrésale la llamada lo más pronto posible y si debes hacerlo, mantén la conversación corta y amable.
Si tienen hijos, evita ser hostil con tu suegra. Si ella trata bien a los niños, entonces no puede ser completamente horrible. Asegúrate de que tus sentimientos personales nunca eviten que tus hijos vean a su abuela. Permite que tu esposo lleve a los niños a ver a su abuela mientras tomas el día para ti. Ésto puede ser una excelente manera de mostrarle a tu esposo que no eres el tipo de mujer que usa a los niños como una forma de controlar y manipular. Es una de las cosas que no te gustan de tu suegra, pero si empiezas a tratar de alejar a tus hijos de ella, entonces es momento de darte cuenta que el problema puede no ser su suegra, sino tú misma.
En el lado positivo, a medida que envejeces, es más probable que tu relación con tu suegra mejore.[1]
Advertencias
No le pidas que venga a vivir con ustedes… ¡Nunca!
No sigas quejándote sobre ella. Tú y tu cónyuge están enamorados y felices (¿cierto?) así que para qué dejar que alguien lo ruine. No te quejes constantemente de ella. Cuando tu pareja de diga algo sobre cómo está su mamá, no te enojes y empieces. Sólo asiente y sonríe, luego cambia el tema. Simple.
No actúes con falsedad. Si tu suegra tiene más de 25 años de edad, entonces ha tenido suficiente experiencia de vida. Si eres demasiado meloso, ella se dará cuenta. Ésta es la zona de peligro. Claro, no le caes bien ahora, pero una vez que empieces a ser demasiado amable, ella sospechará y nunca te sacará los ojos de encima.
No declares la guerra. Ataques sutiles son tolerables. Pero gritar y exclamar no está bien. Si alguna vez te encuentras gritándole «¡Te odio! ¡Desearía que estuvieras muerta!», entonces has ido demasiado lejos. Una buena regla es la siguiente: si la tratas a ella como trataste a tu propia mamá durante tu pubertad, entonces tu desprecio es demasiado obvio. Vuelve atrás y cómprale un montón de regalos.
No dejes que ella controle tu vida. Si honestamente has tratado de ganártela de la mejor manera y ella aún te odio, entonces tienes dos opciones: 1. Hablar con ella sobre ésto. Dile «tengo la percepción que no te gusto. ¿Qué te dice?». O 2. Sigue adelante. Tu suegra es solamente una pequeña parte de tu vida. Ve al trabajo, cría a tus hijos, ama a tu pareja, cuida a tus propios padres. No dejes que una persona malvada arruine todo.
No le digas a sus hijos que la odias. Si tu pareja tiene hermanas o hermanos, míralos como aliados.